El Fundador
El fundador del Centro Josefino Español fue el Padre José Antonio Carrasco del Niño Jesús, que comenzó sus entusiasmos e iniciativas josefinas hace casi setenta años. Nacido en la provincia de Salamanca, profesó en los carmelitas descalzos de Segovia en 1925. Ordenado sacerdote en 1928, fue profesor de humanidades en el seminario de Medina del Campo y de teología en Salamanca. En 1940 sería destinado a Valladolid, y en San Benito el Real pasaría el resto de su vida, salvo los dos trienios en que fue provincial de los Carmelitas Descalzos de Castilla (1960-1966).
Ya desde entonces se entusiasmó con lo que sería su dedicación peculiar, es decir, algo tan teresiano como San José, al que se entregaría con alma y cuerpo en todas las dimensiones del Santo. La Asociación Josefina llegó contar con numerosísimos socios y dedicaciones devocionales y sociales. La Juventud Josefina animaba con múltiples actividades religiosas, culturales, festivas, la devoción a San José desde los años cuarenta hasta 1984.
Estuvo dotado el P. José Antonio de un instinto envidiable de actualidad y de previsión. Por eso, en aquellos tiempos no fáciles y desafiando las dificultades económicas, se lanzó al apostolado josefino por el medio eficaz de la prensa con la revista juvenil y josefina de Más Allá (1944-1984).
La otra vertiente de la vocación y entusiasmo del P. José Antonio fue la intelectual que él siempre animó. Veía la orfandad de San José en estudios serios, científicos se decía entonces, y, ni corto ni perezoso, se lanzó a la aventura de fundar la revista Estudios Josefinos, que sigue gozando de buena salud desde que en 1947 apareciera su primer número.
Junto a la vertiente científica, se comprometió con la divulgación de la devoción a San José. Lo hizo de muchas formas en Valladolid pero, trascendiendo del ámbito local, su empeño cuajó en la revista bimestral, netamente popular, del Mensajero de San José, que comenzó a aparecer en marzo de 1954 y sigue aún con mucha vitalidad y renovándose constantemente.
También ha sido el creador y animador durante mucho tiempo de la Sociedad Iberoamericana de Josefología, de las Semanas de Estudios Josefinos y de los Simposios Internacionales sobre San José que se vienen celebrando desde 1970.
Su entrega a San José se ha traducido en trabajos numerosísimos de teología y de investigación josefinas en diversas revistas, sobre todo, naturalmente, en la de Estudios Josefinos. Tardó en publicar libros, hasta que en 1965 apareció San José. Su misión, su tiempo, su vida, uno de los más hermosos acerca del Santo y que va por la tercera edición. Después llegaron otros, alguno de ellos traducido al italiano: San José en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Apuntes para una teología de San José (1980); San José, modelo de espiritualidad cristiana (1990). Y nada menos que a sus noventa y tres años, con sus limitaciones y todo, preparó lo que él veía como su obra magna, que tanto le ilusionó, Matrimonio y paternidad de San José (1999), auténtica enciclopedia josefina.
Siempre preocupado por mantener la devoción josefina en el pueblo, publicó novenas, ejercicios de los Siete Domingos en honor de San José, libritos que todavía tienen demanda frecuente.
Falleció con toda paz el 22 de noviembre de 2002, a sus noventa y siete años.